Consideras que, si un miembro de tu familia modifica la forma en que piensa, las cosas serían más sencillas; tal vez, has pensado que un compañero del trabajo debería enfocarse en sus labores para que no se ponga a platicar porque te distrae; o que tu pareja debe dejar de ser celosa/o para que tu seas feliz. Siendo honestos, todos lo pensamos en algún momento, y tal vez, tengamos razón en una de esas ocasiones, pero… ¿que nos orilla a desear este cambio en la otra persona? y considerando que las cosas pueden ser diferentes ¿Por qué esperanzarse en un cambio ajeno? más importante aún, te has cuestionado ¿alguien ha deseado que yo cambie?
Deseamos que cambien la forma en que se expresan, lo que hacen, lo que piensan, lo que sienten, entre otras cosas, porque es mucho más sencillo esperar ese cambio en lugar de preguntarse cuál es la verdadera situación que provoca el malestar o incomodidad. Es decir, preguntarse por qué la actitud de mi familiar me hace infeliz puede resultar en que, entre esa persona y yo existen similitudes, cuando observó que él/ella se expresa de manera arrogante, me genera frustración, ya que es algo que no me gusta de mi pero no he sabido trabajar en ello, y al final lo expreso en coraje o enojo. Afrontar que aquello a lo que me dedico laboralmente no es lo que realmente me agrada, teniendo que hacerlo porque estudié tanto tiempo y ya les conté a todos que es un buen trabajo, pero cada vez que mi compañero, aquel que sí disfruta de lo que hace, comienza a platicar, me irrito al darme cuenta de cómo hay personas que se encuentran realizando lo que les gusta. No aceptar el hecho de que mi relación no está siendo lo que esperaba, pues ya no disfruto de la compañía de mi pareja, esto hace que me vuelva indiferente, provocando los celos de mi pareja, pero no quiero tener la responsabilidad de terminar la relación. Estos son ejemplos de lo que puede presentarse en diversas situaciones, y si alguna vez te has encontrado en una situación similar sabrás que la dificultad comienza desde que se plantea la interrogante ¿por qué quiero que cambie?
Ahora hablemos desde otro punto. Como se menciono al principio existe la posibilidad que dentro de la situación problematica, sea “el otro” quien es responsable de provocarla; retomare el ejemplo de la pareja, pero esta vez, no se presentan razones por las cuales deba sentir celos, tu amas a tu pareja, eres fiel, haces lo mejor que puedes para nutrir la relación, y aun asi te cela de forma que ya es un problema, y digamos que ciertamente, si cambiara, si pudiera dejar de sentir celos todo seria perfecto, pero al ser algo que no puede controlar y que esa persona no tenga la voluntad de cambiar o que no represente algo negativo para él/ella, lo que queda es afrontar, enfrentarnos ante nosotros para decidir si estoy dispuesto a aceptar a mi pareja con todo lo bueno que recibo de la relación, pero de la misma manera aceptar los celos y lo que conllevan, o decidir que no estoy dispuesto a soportarlo y saber que esas cosas buenas ya no las recibiremos, al menos no de esta relación.
Todas estas cuestiones se dan porque deseamos que todo sea más sencillo, que esas situaciones problemáticas desaparezcan o en su defecto disminuyan, sin embargo, como ya se ha visto no todo recae en la otra persona como solemos verlo, y si así fuera, al hacernos la pregunta ¿alguien ha deseado que yo cambie? Debemos asumir que en efecto, ha habido alguien que desee este cambio creyendo que de esta forma su vida sería mejor, y siendo así, ¿quien tendría la razón absoluta para decidir quien debe cambiar?
Con este blog no queremos asumir que la vida es sencilla y se resume en unas preguntas, al contrario, como ya se dijo, el hacerlas ya conlleva una carga considerable de complejidad, esfuerzo y responsabilidad, pero es una forma efectiva de comenzar a cambiar la situación, haciendo una introspección propia, para descubrir asumir y enfrentar aquello que ocasiona en mi esa molestia o problemática.
Para finalizar, te invito a acercarte con profesionales, si es que te encuentras en una de estas posturas, y ya sea que sabes aquello en lo que quieres trabajar, o estás en la búsqueda de la respuesta a alguna de las interrogantes antes descritas, ó si inicias en este reconocimiento personal. Recuerda que en la familia de Fogata Azul Psicología y Desarrollo, siempre estamos dispuestos a acompañarte en tu proceso.