El positivismo tóxico es un tema un tanto complicado por el aspecto de que puede extenderse mucho y hay que tener mucho cuidado a la hora de tratar de identificarlo. Mantener una actitud positiva excesiva puede ser dañino para la salud, además de afectar las relaciones interpersonales.
Por ejemplo, ¿Te ha pasado que le cuentas a alguien que te sientes triste, que sientes un poquito de ansiedad, y te dicen “es que te falta ver las cosas positivas de la vida”?. No es que no apreciemos que nos quieran ayudar, es solo que no todo en la vida es positivo, no siempre hay un lado bueno, y no todo lo que nos pasa es bonito.
¿Qué es el positivismo tóxico?
En las redes sociales es normal ver mensajes que nos invitan a tener una “actitud positiva” durante la pandemia. Y aunque es importante ser optimistas, es imposible mantener siempre una actitud positiva, ya que enfocarse exclusivamente en lo positivo no es tan bueno como parece, incluso puede llegar a ser “tóxico”.
Las psicólogas estadounidenses Samara Quintero y Jamie Long, definen la positividad tóxica como “la sobre generalización excesiva e ineficaz de un estado feliz y optimista en todas las situaciones. El proceso de positividad tóxica resulta en la negación, minimización e invalidación de la auténtica experiencia emocional humana”.
Signos de positividad tóxica
A continuación se muestran algunas expresiones y experiencias comunes de positividad tóxica para ayudarte a reconocer cómo se manifiesta en la vida cotidiana.
- Ocultar / enmascarar sus verdaderos sentimientos.
- Tratar de “simplemente seguir adelante” rellenando / descartando una o varias emociones.
- Sentirse culpable por sentir lo que sientes.
- Minimizar las experiencias de otras personas con citas o declaraciones de “sentirse bien”.
- Tratar de darle una perspectiva a alguien (por ejemplo, “podría ser peor”) en lugar de validar su experiencia emocional.
- Avergonzar o castigar a otros por expresar frustración o cualquier otra cosa que no sea positividad.
- Ignorar las cosas que le molestan con un “es lo que es”.
¿Cómo evitar el positivismo tóxico?
Para empezar, es necesario aceptar las emociones como información o una guía, y dejar de pensar que las emociones son negativas, ya que connota un rechazo automático. Como explica la autora Karla McLaren, “tratar las emociones como negativas o positivas siempre conduce a lo que mis amigos programadores de computadoras llaman el problema GIGO (Garbage in, Garbage out) o “Basura dentro, Basura fuera”, en español. Si ingresas una cadena de código incorrecta en tu programa, este programa no funcionará o hará algo muy complicado. Basura dentro, basura fuera.
Aceptar que existen estas emociones ayudará a sobrellevarlas y a disminuir su intensidad. El Dr. Lukin lo describe como quitarse un peso de encima, ya que además de poder procesarlas, puede llevarnos a ser más abiertos con nuestros seres queridos y hablar de cómo nos sentimos, en lugar de siempre pretender que todo está bien. Además, las emociones ayudan a transmitir información a otras personas, por ejemplo, si en estos momentos por la cuarentena nos sentimos nerviosos, hablarlo con otra persona puede ayudarnos a encontrar confort o apoyo, en lugar de rechazo.
Ser positivos no es algo malo, es bueno tratar de ver el lado positivo de las cosas, más en estos tiempos de COVID-19, pero es igual de importante aprender a escuchar qué información quieren transmitirnos nuestras emociones y escucharlas y reconocerlas, incluso si son negativas. Dejar de intentar ser siempre positivos y aprender a procesar los sentimientos nos ayudará a comprenderse mejor a uno mismo y a los demás.
Al negar nuestra verdad, comenzamos a vivir sin autenticidad con nosotros mismos y con el mundo. Perdemos la conexión con nosotros mismos, lo que dificulta que los demás se conecten y se relacionen con nosotros. Puede que parezcamos irrompibles por fuera, pero por dentro solo somos ositos de peluche asustados que anhelan un abrazo.
¿Alguna vez has estado cerca de un tipo de persona dulce, dulce, “solo piensa en pensamientos felices” ? ¿Qué tan cómodo/a te sientes al contarle sobre las emociones profundas que sientes?
El optimista definido o la optimista definida
Una sociedad puede tener 2 tipos de visiones:
- Definida: el futuro es claro y esto te permite crear un plan para construirlo.
- Indefinida: el futuro es confuso y aleatorio.
Si piensas que el futuro es definido, entonces tiene sentido tratar de entenderlo y cambiarlo. Pero si piensas que es indefinido, entonces no tienes la capacidad de visualizar el futuro, renunciarás a tratar de modificarlo, atribuirás el cambio a la suerte y verás cómo otros crean historia.
Una sociedad también tiene otros 2 tipos de visiones: optimista, que le da la bienvenida al futuro, o pesimista, que le da miedo lo que vaya a pasar.
- Optimista: el futuro es mejor.
- Pesimista: el futuro es peor.
Cuando combinas estos dos grupos de visiones en una matriz de 2×2, genera 4 cuadrantes de visiones de sociedades.
Optimista e Indefinida
Una sociedad con visión optimista e indefinida prevé un futuro mejor, pero solo construyendo más de lo mismo, así que no hace planes específicos. En vez de trabajar años por inventar algo, las personas optimistas e indefinidas como banqueros, abogados y consultores mejoran procesos de empresas existentes.
Una persona optimista e indefinida valora el dinero per se. A diferencia, un optimista y definido valora alcanzar metas grandes y el dinero es tan solo un medio para lograrlo.
Pesimista e Indefinida
Todas las culturas tienen un mito de un declive desde una época dorada. Una sociedad con una visión pesimista e indefinida prevé un futuro peor, no sabe cómo se ve, ni qué hacer al respecto. Históricamente este es el cuadrante más común.
Optimista y Definida
Una sociedad con visión optimista y definida tiene la capacidad de imaginarse un futuro mejor, planifica para alcanzarlo y trabajan juntos en un norte claro.
Pesimista y Definida
Una sociedad con visión pesimista y definida prevé un futuro peor, tiene una idea clara de cómo se ve y se prepara para afrontarlo.
Sé definido/a y optimista
Ser un ser humano sano implica ser consciente de nosotros mismos o nosotras mismas y de cómo nos presentamos en el mundo. Si se reconoce a sí mismo(a) como un(a) transmisor(a) de positividad tóxica, es hora de dejarlo. Te estás lastimando a ti mismo(a) y a las personas que más te importan al insistir en esta mentalidad monocromática. En lugar de practicar la positividad tóxica, busque el equilibrio y la aceptación de las emociones buenas y malas en lugar de pensar en todo o nada.
Si está siendo influenciado(a) por la positividad tóxica, lo(a) alentamos a que establezca límites saludables con cualquier persona que juzgue su experiencia auténtica y diga su verdad. Tenemos una oportunidad en esta vida hermosa, dolorosa e imperfecta, abrázala por completo y cosecharás las recompensas de una vida abundante.
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