Crear o iniciar vínculos afectivos suena algo fácil y cotidiano porque, como seres sociales, constantemente estamos desarrollando éstos, pero consolidar un vínculo es un poco más complejo y requiere incluso factores como el tiempo y la intimidad.
Existen diferentes formas de vínculos afectivos; familiares, de amistad, de pareja, etc. Y cada cual tiene su base en la forma que concebimos a la otra persona(s) dentro de esa relación, de la empatía y respeto que sentimos hacia el/la otro(a).
Además de la convivencia constante, el fortalecimiento de un vínculo tiene que ver con los sentimientos implicados, como amor, comprensión y ayuda mutua. Crecen de forma progresiva, a través de acciones cotidianas y disposición de las personas implicadas para cultivarlo. Antecedentes históricos, experiencias compartidas, educación, crianza, valores, pautas sobre la vida, entre otros, son factores más profundos que facilitan y/o fortalecen un vínculo afectivo
El concepto de vínculo se ha estudiado en Psicología por muchos autores, sobre todo de aquellos/as que se especializan en la terapia individual, de pareja o de familia. Tenemos la definición de Rivière que menciona:
«el vínculo es una estructura compleja que incluye un sujeto, un objeto, y su mutua interrelación, acompañada de procesos de comunicación y aprendizaje»
Pichon-Rivière
Podemos decir entonces, que un vínculo (afectivo) es un espacio seguro co-construido por dos o varios sujetos con afinidades compartidas, y sus principales funciones son:
- estructurar la realidad de los individuos implicados
- sirve como marco de referencia y ayuda a establecer límites
Diferencia entre apego y vínculo
El apego es una necesidad y tiene como objetivo asegurar la cercanía y disponibilidad (física y emocional) de otra persona, inicialmente las y los cuidadores primarios.
Y, por otro lado, el vínculo es un conjunto de relaciones, sentimientos y comportamientos. La unión de dos o más personas, con componentes sobre todo afectivos, y puede ser de diferentes niveles y tipos. No existe un único tipo de vínculo ni un modo único de vincularse con las demás personas, es amplio el abanico de modos relacionales.
Podemos concluir entonces, que establecer vínculos a lo largo de la vida es una necesidad social básica del ser humano y dan soporte a otras necesidades (fisiológicas, biológicas, emocionales). Desarrollar y cultivas vínculos afectivos es primordial para un completo bienestar.
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