¿Sufres de una fobia y buscas ayuda?
En este artículo lograrás reconocer los distintos tipos de fobias así como sus síntomas y sus posibles tratamientos. En caso de necesitar apoyo por expertos de la salud mental puedes agendar una cita con nosotros aquí.
¿Qué son las fobias?
La fobia es un miedo irracional específico, desencadenado por un objeto o una situación que no tienen en sí mismos un carácter peligroso. Las fobias son muy frecuentes en la vida psíquica normal. Se vuelven patológicas por su intensidad y sus repercusiones en la vida de la persona. Las fobias se acompañan ya sea de conductas de evitación del objeto o de la situación, ya sea de conductas que tranquilizan.
Signos y síntomas de las fobias
Los principales síntomas de los trastornos fónicos son:
- Miedo persistente e intenso de carácter irracional o excesivo
- Sentimiento de vergüenza
- Retraimiento sobre sí
- Auto-desvalorización
- Miedo a ser juzgado/a
- Evitacion
- Obsesiones y compulsiones
Tipos de fobias
Existen diferentes tipos de trastornos fóbicos:
Agorafobia
La agorafobia es un miedo irracional e intenso de espacios descubiertos y de la multitud, o de toda situación de la que no es posible escapar fácilmente.
Ataques de pánico
Entre los trastornos de ansiedad fóbicos, el trastorno de pánico (con agorafobia) es el más frecuente y uno de los más incapacitantes. Se caracteriza por un miedo patológico producto de una forma de percepción y reacción patógena de la realidad, que desencadena una intensa ansiedad en la persona. Es un problema psicológico que puede ser definido como “miedo al miedo”.
Fobias específicas
Son muy variadas. Se definen por el miedo irracional e intenso de animales (ratones, arañas), de objetos (cuchillos, tijeras, plumas, sangre), de transportes (avión, tren, coche), de lugares cerrados (claustrofobia), del agua, de la oscuridad, al vacío etc.
¿Quiénes padecen de fobias específicas?
Se estima que alrededor de un 12.5% de la población en México padece de fobias específicas. Las fobias usualmente aparecen en la infancia y adolescencia o adultez temprana, pero pueden ocurrir a cualquier edad. Son un poco más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Las fobias específicas son comunes en los niños y suelen desaparecer con el tiempo. En adultos, generalmente inician de repente y duran más tiempo. Alrededor del 20% de las fobias específicas en adultos desaparecen por sí solas, sin ningún tratamiento.
Cabe mencionar que en los niños la ansiedad puede manifestarse mediante lloros, rabietas, inmovilidad o el aferrarse a alguien más. Los niños no son capaces de reconocer que su miedo es irracional.
Causas de la fobia específica
No se conocen las causas de las fobias específicas, aunque se sabe que tienden a transmitirse en familia. La mayoría de las fobias presentan un carácter familiar, sobre todo las fobias del tipo sangre, inyección, accidente y animales. Esto no significa necesariamente que las fobias están inscritas en los genes de los padres y transmitidas así a los hijos: tendemos a aprender de nuestros padres los mecanismos para lidiar con las emociones y las situaciones de la vida cotidiana. El riesgo de desarrollar una fobia específica incrementa en los niños que viven con padres ansiosos o después de una experiencia negativa, como un evento traumatisante.
Sin embargo, la inmensa mayoría de personas que presenta fobias específicas no ha sufrido ningún trauma. El psicólogo Giorgio Nardone explica que las fobias tienen que ver en primer lugar con un mal manejo de emociones primarias como el miedo, la ansiedad, etc
Tratamiento de las fobias específicas
La psicoterapia es el tratamiento más recomendado y el más utilizado en presencia de una fobia. Existen muchos tipos de terapia y cada uno puede aportar beneficios. La calidad del vínculo con el psicoterapéutico es un factor importante. La terapia de exposición en una de las técnicas empleadas en psicoterapia. Por ejemplo en la Terapia Cognitivo-Conductual se enfoca en una confrontación del sujeto con el objeto o la situación temida de manera controlada y gradual, en lugar de evitarla. Esta confrontación puede ser en presencia del objeto o mediante la imaginación. El aumento del nivel de exposición a la fuente del miedo reduce el comportamiento de evitación y alivia los síntomas. Desde el enfoque de Terapia Sistémica también se utiliza una técnica de exposición, sin embargo no considera la confrontación como recomendada.
Debido a la eficacia de la psicoterapia, los medicamentos son raramente necesarios o poco utilizados en el marco del tratamiento de la fobia específica. Los benzodiazepinas pueden ser administrada con el fin de reducir los síntomas agudos o a intensidad de reacciones en presencia de objetos o de situaciones que generan fobia.
Tratamiento para las fobias
Existen diversos tratamientos psicológicos para las fobias (ver fobia social y fobia específica). La psicoterapia es el tratamiento más efectivo para las fobias. En general, casi todos los enfoques efectivos se basan en una premisa de que “es necesario dejar de evitar los miedos“, que no es lo exactamente lo mismo que enfrentarlos. Con decir “dejar de evitar”, nos referimos a que es necesario dejar de hacer algo que ya estábamos haciendo (a diferencia de cuando se dice “enfrentar un miedo”, no suponemos que se esté haciendo algo – solo se enfatiza que hace falta hacer algo). Cuando evitamos una situación o evento temible, lo que hacemos es, mediante la acción misma, comunicarnos a nosotros mismos que no podemos con ese evento o situación: es decir disminuimos nuestra seguridad propia. Y evidentemente esto tiene consecuencias: el miedo, las fobias, el pánico.
Dejar de evitar las cosas que tememos, por el contrario, es una manera de comunicarnos a nosotros mismos, mediante la acción de dejar de evitar, que confiamos en que podemos lidiar con ello, que confiamos en nuestras capacidades de enfrentar las cosas. Las consecuencias de esto también son claras: acciones y decisiones más libres y seguras. El enfoque que expone más claramente esta forma de trabajo es la terapia breve estratégica, de Giorgio Nardone. Sin embargo, la terapia sistémica y la terapia cognitivo conductual lo trabaja de forma similar.
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