Planear, anhelar y esperar un bebé puede ser el sueño de muchas mujeres y familias. Pero, ¿qué pasa cuándo el embarazo no se logra? ¿O cuándo el bebé muere a los días de nacido?
A esto se le conoce como muerte perinatal, llevando a la madre o padres, a atravesar un duelo doloroso, silencioso e incómodo para varias personas que componen la red de apoyo.
¿Qué es la muerte perinatal?
La OMS define la muerte gestacional, perinatal y neonatal como la muerte previa a la expulsión o extracción completa del producto de la concepción, independientemente del tiempo de duración del embarazo.
Por lo regular a partir de las 22SDG o un peso al momento de nacimiento igual o mayor a 500gr.
- Muerte gestacional temprana: Implica un test de embarazo positivo y un tiempo de gestación de 22 semanas o un peso mínimo de 500gr.
- Mortalidad perinatal tardía tipo I: posterior a las 22SDG o hasta término del embarazo.
- Mortalidad Perinatal Tipo II (neonatal precoz): durante el parto, hasta los primeros 7 días de vida.
- Mortalidad neonatal tardía: 7-28 días de vida.
Duelo perinatal
El duelo es la respuesta una pérdida o separación. Es una respuesta normal y natural, personal y único, ya que cada persona lo experimentará a su manera.
El duelo perinatal, como su nombre lo dice, es aquel que se va a presentar tras la pérdida del neonato.
El duelo de la madre puede ser distinto al del padre. Hay que tener a consideración los tabúes culturales y/o personales acerca de la muerte, sobre todo de la muerte de un neonato; así como herramientas emocionales de cada parte.
Al ser una pérdida poco esperada, llega a ser un proceso que los padres deciden llevar a solas y en silencio, ya que puede llegar a resultar incómodo para los dolientes informar sobre su pérdida a sus seres queridos. Además, al tener poca información al respecto como población en general, muy pocas veces sabemos como brindar apoyo durante éste proceso.
Es importante destacar que durante el embarazo, los lazos afectivos de la madre y el padre comienzan a formarse con su bebé, crean ilusiones y expectativas al rededor del mismo, por lo que, cuando se experimenta una pérdida neonatal, todos esas ilusiones y expectativas, también se pierden.
Según diversos estudios, se considera una de las experiencias más estresantes y devastadoras por las que pueden pasar unos padres, ya que independientemente de la edad de su hijo, momento y causa de la muerte, para ellos siempre será una muerte ilógica, prematura e injusta, pues dentro de su proyecto de vida, no se contempla que un hijo pueda fallecer antes que ellos.
Al igual que un duelo por algún otro tipo de pérdida, el duelo perinatal se presenta en distintas fases, la propuesta aplicada por Davidson es la mayormente reconocida:
- Choque y obnubilación: Resistencia a los estímulos que presentan los progenitores. Los padres solamente visualizan una sección de la realidad resultando complicada la comunicación.
- Búsqueda y deseos: estadio donde los padres se encuentran extremadamente sensibles. Esta sensibilidad aumentada puede surgir con experiencias como escuchar el llanto del bebé fallecido. Este tipo de reacciones son universales y no implican alteraciones psicopatológicas. Es una etapa con muchos cuestionamientos.
- Desorientación y desorganización: depresión como característica principal. En ésta etapa se toma consciencia de la pérdida.
- Reorganización: se inicia aproximadamente a los 18 meses después de la pérdida. Durante éste periodo se maraca el regreso a la vida normal.
¿Cómo afrontarlo?
Los médicos responsables serán los primeros en preparar a la familia para la noticia, a partir de ese momento, el apoyo familiar, de amistades o redes de apoyo, será muy importante.
Si los padres ya se referían a su bebé con algún nombre o apodo, es esencial que se utilice dicho nombre o apodo para referirse al neonato, desde el personal médico, hasta familiares y red de apoyo.
Los rituales de despedida son completamente válidos, si lo hacemos con los adultos, ¿porqué omitirlo con un bebé?
El ritual dependerá mucho de si la familia profesa alguna religión o practica espiritual. Los rituales nos ayudan mucho a dar un cierre simbólico, sobre todo si por las condiciones de la pérdida no fue posible entregar un cuerpo.
Si se contaba con un diagnóstico desfavorable antes del parto, la creación de recuerdos (álbum de fotos) puede ser también un recurso para honrar la memoria de éste miembro de la familia que acabamos de perder.
Todo el proceso se llevará a cabo conforme la decisión de los padres y en cuanto la familia lo decida.
Recursos extra
- Grupos de apoyo mutuo
- Mindfulness
- Respiración de 4 tiempos
- Abrazo mariposa
- Diario con sentido: identificar lo que SI hay de la vida
- Música binaural
Recomendación: Podcast Duelo Respetado