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Otra forma de control: violencia económica

En ediciones pasadas, hemos hablado sobre el ciclo de violencia en una relación de pareja; y aunque la violencia económica también sucede en otros escenarios, en una relación de pareja también puede ser otra forma de control.

Caricatura de una mujer con la cabeza agachada y a su izquierda está un hombre con una cartera.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia (LGAMVLV, 2007), en su artículo 6, fracción IV, define la violencia económica como:

“toda acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral”.

¿Cómo identificarla?

Desde gestos muy obvios como controlar el ingreso económico de su pareja, hasta gestos muy mínimos como dejar responsabilidades económicas no equitativas.

Evitar que la pareja no gane dinero, es decir, no dejarle ejercer su profesión o algún oficio.

Generar deudas forzadas. Trámite de créditos/préstamos a nombre de la pareja, sin el consentimiento o conocimiento de la misma.

¿Por qué es relevante para la psicología?

Algunas autoras refieren la violencia económica en el ámbito de la psicología como ” uso de tácticas y estrategias económicas para mantener el poder y el control sobre la pareja o miembros de la familia. Esto incluye limitar el acceso a recursos económicos, restringir el empleo o la educación, y utilizar el dinero como una forma de coerción y manipulación.” Lenore E. Walker

Una de las consecuencias principales de la violencia económica es impedir que la víctima se pueda alejar de la relación abusiva. Al no ser lo suficientemente autónoma (económicamente), se afronta a diversas barreras para terminar la relación, o huir del entorno abusivo.

Así mismo, la inestabilidad financiera puede generar problemas de salud derivados del propio estrés generado por su situación económica; causando también, el desarrollo de síntomas de depresión y/o ansiedad.

Un ejemplo muy claro hoy día de violencia económica, es la experiencia contada en un podcast de youtube, de la Youtuber Valeria Marbeli “MiuMiku Miau”

En el podcast, Miku relata como sus ingresos monetarios empezaron a ser dirigidos a las cuentas bancarias de su ex pareja, y que básicamente el sustento de todos su gastos, eran pagados con el dinero de ella, sin ella tener claro en qué se utilizaba el dinero.

Además de verse involucrada en una relación con otros tipos de violencia, toda la situación llevó a Miku a desarrollar depresión y ansiedad (como se menciona en las consecuencias de vivir violencia económica).

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021: Dos de cada diez mujeres en México (19.1%) han sido controladas o chantajeadas económicamente, despojadas o la han coaccionado o le incumplen alguna responsabilidad económica; para 2011 la cifra reportada fue de 24.5% y 20.9% para 2016.

¿Cómo prevenirlo?

  • Educación financiera: que te permita una mejor distribución de tus ingresos
  • Fortalece tus habilidades para generar mejores oportunidades de empleo o crear un emprendimiento.
  • ¡No des tus claves! Ni dejes usuarios y contraseñas de tus cuentas bancarias a tu pareja. La confianza también tiene límites, no dar tus datos bancarios no es sinónimo de desconfianza.
  • Si eres ama de casa, reconoce y valora tu trabajo. Recuerda que eres pieza de suma importancia de la economía del hogar, pero no quiere decir que tengas que vivir en “ceros”.
  • Crea un fondo de ahorro. Así percibas un sueldo fijo o no, siempre es bueno tener un fondo de ahorro de emergencia que no dependa de tu pareja.

Reconocemos que varios puntos anteriores pueden ser complicados si existen otros tipos de violencia dentro de la relación, así como lo complicado que puede resultar salir de una relación violenta.

Las decisiones que llegues a tomar, serán a tu tiempo y a tu ritmo, no olvides quiénes son tu red de apoyo, y si además de eso, necesitas apoyo profesional, no dudes en contactarnos.

1 pensamiento sobre “Otra forma de control: violencia económica”

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