El cáncer es una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo.
En condiciones normales, las células del cuerpo humano se forman y multiplican a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen o se dañan, mueren y las células nuevas las reemplazan.
A veces el proceso no sigue este orden y las células anormales o células dañadas se forman y multiplica cuando no deberían. Estas células a su vez es posible que formen tumores: cancerosos o no cancerosos.
Existen distintos tipos de cáncer, y el profesional médico encargado de atender dicha enfermedad, será el/la oncóloga clínica, en conjunto de otros especialistas como el/la oncóloga quirúrgica.
Pero, ¿y el cuidado de la salud mental ante un diagnóstico como tal? Pues la psicooncología será el departamento encargado para el cuidado emocional y mental, además de brindar una atención más integral a la que ya lleva por parte del personal médico especializado.
¿Qué es?
Es una rama de a psicología clínica que trabaja de forma interdisciplinaria con la medicina oncológica, para el tratamiento del cáncer a nivel físico y mental. No solo para el paciente oncólogico, sino también para sus familiares/red de apoyo.
Para la psicooncología, el trabajo terapéutico no sería sólo un hecho social, implicaría sobre todo un proceso de “construcción y deconstrucción social de subjetividades”, de intersubjetividades.
Es decir, no solo se enfoca en la aceptación y trabajo de la realidad y búsqueda de resiliencia, sino también, de trabajar las ideas y/o prejuicios que se tienen acerca de la enfermedad, el proceso de salud-enfermedad y el encuentro en la atención-cuidado del cáncer.
Proceso psicooncológico
Cuando alguien es diagnosticado de cáncer, generalmente lo primero que se le viene a la mente es la posibilidad de morir, tema que hasta antes del diagnóstico nunca se había planteado. Luego la mayoría de las veces escuchamos ¿Por qué a mí? ¿Qué hice para que me sucediera esto?
El cuestionamiento respecto a situaciones traumáticas y estresantes como método de búsqueda de respuesta al diagnóstico, se puede entender como una búsqueda de sentir el control sobre si la enfermedad fue generada por uno mismo, también uno mismo podrá hallar la solución.
Durante el transcurso de la enfermedad oncológica, el paciente vive un proceso de duelo inevitable con respecto a la pérdida de la salud, de la rutina, lo cotidiano e incluso del rol familiar que representaba. Dicho duelo oncológico es un proceso normal, sano, adaptativo y necesario.
Intervención
El trabajo de los aspectos psicológicos en el abordaje del paciente oncológico, pondera el distress (respuesta negativa o exagerada de los estresores) que impacta en la persona y su entorno. Dicho distress aumenta a un gran numero de resultados negativos como baja adherencia la tratamiento médico. pobre satisfacción con el cuidado de la salud y la pobre calidad de vida.
No detectarlo a tiempo, puede conllevar al desarrollo de trastornos mentales como depresión (principalmente), y/o ansiedad.
Por lo tanto, el acompañamiento psicológico ayuda a canalizar las tensiones y angustias tanto del paciente como de sus familiares.
Es benéfico en la reducción de los síntomas emocionales asociados a al enfermedad, así como la búsqueda de la aceptación a los cambios físicos que se irán experimentando a lo largo de la enfermedad y el tratamiento.
