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Aprender a decir “no”

Hemos tenido situaciones en las que nos forzamos a decir sí; por pena, por compromiso o por presión social. Pero decir acceder a algo que en realidad es un “no” resta importancia a las decisiones propias y a la autoconfianza. Hoy comprenderemos el origen de esta dificultad y aprenderemos a decir “no” de diversas formas.

¿Por qué cuesta trabajo decir “no”?

Aunque no lo parezca, un origen puede ser sociocultural, así como psicológico o una característica de algunas personalidades.

A muchas personas las educaron para ser siempre atentas y serviciales, incluso a poner necesidades de otros antes que las propias, esto con la justificación de agradar a los demás.

Otros individuos, a causa de experiencias desagradables, aprendieron que era una forma de evitar el conflicto y llevar la paz con las personas que les rodean. O incluso, relacionaron que al decir sí a todo se les rechazaba menos y así no eran excluidos.

La baja autoestima está directamente relacionada con esta dificultad; pues no se valoran o priorizan necesidades y deseos propios, no se está familiarizado con que a veces una conversación debe ser incómoda pero necesaria. En muchos casos, también está relacionado con la dependencia emocional, ya que dejo a otros elegir por mí.

Mujer expresando "NO" con su mano

La importancia de saber decir “no”

A primera impresión, decir sí a todo parece resolver o evitar situaciones conflictivas. Pero acceder a cada cosa que alguien pide no solo se vuelve agotador, se convierte en algo insostenible e imposible de cumplir, al grado que puede generar más conflictos de los que aparentemente se estaba intentado ahorrar.

Puede generar culpa innecesaria, pues se carga con responsabilidades que desde un principio no se tenía el alcance para cumplir. Sorprendentemente, la honestidad de un “no”, está íntimamente relacionada con la asertividad y los límites personales.

El aprender a decir “no” impacta de forma positiva a la motivación; ya que al negarnos a algo que genuinamente no podemos o no queremos hacer, suceden tres cosas:

Evitación de la manipulación

Si accedemos a algo con lo que no nos sentimos en confianza o comodidad de hacer, dejamos que el otro se aproveche de nosotros/as. Y estamos poniendo en riesgo nuestra integridad (física o mental).

Evitamos complicaciones

Si accedemos a todo y no lo cumplimos, puede entrar el arrepentimiento y la culpa. Pues nos compramos problemas de a gratis y nuestro valor personal se ve afectado.

Fomentamos la autoestima

Reconocer el poder de un “no”, nos permite desarrollar autoconfianza y seguridad. Nos abre los ojos al liderazgo de las decisiones propias.

Globo de texto "no"

Sugerencias al decir “no”

  • Di “no” con todo y el miedo al qué dirán, las críticas siempre existirán, tus convicciones son más fuertes. Decir que no, no te hace una persona mala o egoísta.
  • Recuerda que tus necesidades están por encima de las de otros/as. Prioriza tus necesidades, metas y deseos, eso ayuda a esclarecer tu límite y así identificar cuando decir “no”.
  • No le debes a nadie una explicación de tu “no”. Puedes decirlo con claridad y honestidad sin necesidad de una justificación. Dar la explicación es a tu consideración.
  • Dar una firme negativa, no está peleado con la amabilidad y el respeto. Tomar en cuenta estas condiciones decir “no” tiene mejor eficacia.
  • Practicar qué dirás puede darte mayor confianza y conciencia de lo que quieres y cómo lo quieres decir. Tu comunicación no verbal puede ser útil aquí.

Si está ante ti una persona que no entiende un “no” por respuesta, puede ser que esté abusando de ti (manipulación). No cedas y si lo crees necesario aléjate de ese vínculo (sea un familiar, colaborador del trabajo, pareja o amistad).

Ahora bien, hay responsabilidades o actividades fundamentales que, aunque quisiéramos, no podemos negarlas (asistir a reuniones de padres de familia, algún trabajo en equipo, situaciones de salud).

Aquí lo que toca hacer es cambiar la perspectiva de cómo las vemos. Entonces, en ves de decir “tengo que…”, cámbialo por “yo elijo…” o “yo decido…”. Esto nos regresa el control de la situación y nos brinda más seguridad al realizarlo.

Ejemplos de cómo decir “no”

Te compartimos algunas frases para decir “no” de forma rápida y clara.

  1. Hoy no, muchas gracias.
  2. Lo lamento, pero está vez no puedo ayudarte.
  3. Aprecio tu atención, pero no.
  4. Sé que generalmente accedo, pero en esta ocasión yo paso.
  5. No, en este momento estoy muy cansado(a) / ocupado(a).
  6. Preferiría no hacerlo y te pido respetes mi decisión.
  7. “No”.

Puede que sea difícil decir que no, pero muchas veces es necesario y mejor. Recuerda que “no” es una frase completa.

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