¿Alguna vez has sentido que, hagas lo que hagas, te hacen sentir culpable? ¿Te han hecho sentir que estabas perdiendo la cabeza? ¿Sabes reconocer cuando sufres de abuso emocional? ¿Has oído hablar del Gaslighting?
¿Qué es el Gaslighting?
Gaslighting, o también conocido como Luz de Gas, consiste en un tipo de manipulación y de maltrato emocional muy sutil, en que la persona que lo sufre llega a dudar de sus propias facultades, sus juicios y, básicamente, de sí misma y de su propia percepción.
Origen del término Gaslighting
Para entender este fenómeno, es importante saber que su nombre viene dado por la película Gaslight, del año 1944 llamada Gaslight (traducido como Luz de Gas).
En esta película un marido manipula a su mujer para que esta crea que está perdiendo totalmente el juicio y así poder robar la fortuna que hay escondida en casa. De esta manera, en la película el hombre comienza a esconder objetos, crea ruidos nocturnos extraños y cambia la intensidad de la luz haciéndole ver que ella está perdiendo el juicio.
Lo más impactante y destacable de la película se produce cuando él atenúa la luz de gas haciéndole entender a ella que la luz sigue teniendo la misma intensidad y brillo.
Toda esta situación hace que, la mujer y protagonista de la película modifique el juicio sobre todo lo que está pasando hasta inducirla a un estado de locura, alterando su percepción de la realidad totalmente alterada.
La mujer empieza a encontrarse muy ansiosa, llora constantemente y, además no quiere salir de casa por miedo de su propia percepción. Y para más inri, el marido la amenaza con dejar la relación continuamente y mandarla a un especialista manipulándola haciéndola a ella responsable de todo lo que, realmente, está ocasionando y creando él.
Esta película se puede extrapolar perfectamente en situaciones cotidianas en las que, muchas personas, principalmente en relaciones de pareja, sufren este tipo de manipulación.
Características del Gaslighting
Esta problemática, como se ha comentado anteriormente, aparece de manera, incluso, extremadamente sutil, ya que es difícil de detectar tanto por la parte que sufre este tipo de manipulación y maltrato emocional como por las personas que están a su alrededor.
Es importante detectar este tipo de comportamientos y manipulaciones para poder romper con esta relación tóxica y dejar atrás la culpabilidad y las distorsiones que nos pueden llegar a crear si estamos ante una situación así.
El Gaslighting se fomenta principalmente en relaciones en las que existe dependencia emocional, a través de la negación de hechos que realmente han ocurrido y el maltratador emocional ejerce todo su poder anulando completamente su voluntad y la percepción de la realidad.
La persona que sufre este fenómeno de Luz de Gas cree que su estabilidad mental empieza a menguar y acaba encerrándose en sí misma, tal como puede ocurrir en relaciones de violencia de género.
¿Cómo detectar si estamos sufriendo una situación de Gaslighting?
En muchos casos, principalmente en discusiones de pareja, pueden darte este tipo de situaciones y es importante detectar hasta qué punto podemos estar siendo víctimas de este fenómeno.
Ejemplos de Gaslighting
Vamos a nombrar un par de ejemplos en los que podemos detectar este tipo de chantaje y manipulación emocional.
¿Alguna vez has expuesto a tu pareja una frase o cometario que haya dicho y te lo ha negado hasta la saciedad?
Si además de ello, te ha respondido con frases: Esto te lo has inventado, son imaginaciones tuyas, te estás volviendo loco o loca, puede ser un claro ejemplo de Gaslighting.
¿Alguna vez le has comentado a tu pareja que sus palabras o sus actos te han hecho sentir mal y esta, te comenta que eres demasiado sensible?
O le ha intentado quitar todo tipo de importancia argumentando que no se te puede decir nada, porqué a la mínima lloras o te ofendes. También es otro ejemplo en el que nos encontramos ante este tipo de manipulación.
Muchas veces, en las relaciones, nos encontramos con personas que nos invalidan cualquier tipo de emoción que, en ese momento, estamos sintiendo.
En estos casos, cuando haya algún tipo de confrontación o discusión la persona que sufre Luz de Gas, acaba teniendo dudas sobre sí misma, intentando buscar la aprobación de su pareja y así, ya no sólo evita el conflicto, sino que, además, duda de sus emociones y de su percepción.
De esta manera, la persona ya no sabe si realmente ha sido ella misma quien ha provocado toda esta situación y acaba culpabilizándose por cualquier acto que haya hecho o palabra que haya dicho y el manipulador, acaba teniendo el control de toda la situación, incluso, haciendo creer que la víctima es ella misma y, la otra persona, la culpable de todo.
Este tipo de manipulación, a través de la repetición de estas conductas, puede acabar generando que hay algo malo en nosotras mismas y nos puede generar mucha inseguridad, ir restándonos autoestima y dependiendo de la opinión de los demás.
Patrón de quien emplea el Gaslighting
Por tanto, a grosso modo podríamos decir que existe un tipo de patrón sobre este comportamiento manipulador y chantajista:
- El maltratador repite de forma constante que estás loca, que estás perdiendo la cabeza o que deberían encerrarte.
- Quien ejerce el abuso, da la vuelta a las situaciones y se sitúa como víctima de todo lo que haces.
- Aparece siempre la culpa y el resentimiento. Esta culpa suele ser inducida por el maltratador. Convence a la víctima de que es responsable de que todo salga mal.
- La víctima tiene sensación de irrealidad o despersonalización, llega a dudar de la propia realidad. Esto no aparecía antes de conocer a la persona que ejerce el gaslighting.
- La víctima nunca tiene la razón: se esfuerza en llevar siempre la contraria, incluso en temas banales.
- Ataca de forma verbal o física las cosas que tiene valor para la víctima.
- Mienten compulsivamente. De hecho, cualquier cosa que vaya en contra dirá que es siempre mentira.
¿Cómo salir de una relación en la que existe Gaslighting?
Es importante tener en cuenta, frente a este tipo de relación y manipulación que puedas, principalmente empezar a detectar en aquello que confías de ti.
Muchas veces, el propio cuerpo, mente y emoción nos dice, de una manera u otra que algo no va bien en nuestra vida y, se puede manifestar de distintas maneras.
Es importante que te permitas un espacio seguro en el que puedas escuchar(te). Reflexiona sobre aquello que no va bien, tanto en tu vida como en tu relación.
También es importante, validar aquello que estás sintiendo y no buscar la aprobación ajena, principalmente, cuando debemos realizar excesivos esfuerzos para que la otra persona nos entienda en una situación de Gaslighting.
Cuando sientas que los argumentos de la otra persona no son sólidos y son invalidantes, es importante que expreses aquello que sientes libremente y creyendo principalmente en ti, sin depender de la otra persona.
Por otro lado, tenemos tendencia a catalogar las emociones en positivas y/o negativas. Es primordial entender que cada emoción es única y subjetiva y tiene una función. Por tanto, nadie puede invalidarte ni cuestionar la emoción que estás sintiendo.
Otro punto clave es trabajar tu autoestima y tu amor propio, ya que, de esta manera, podrás establecer dónde están tus límites. Cuando sentimos que están invadiendo nuestros límites, podemos responder de manera asertiva siempre que tengamos, como he comentado, la autoestima y el amor propio trabajados.
Y es que, cuando aprendes a quererte y a respetarte, ya no estás para cualquiera.
Cuando alguien hace que dudes de ti misma como persona, debemos tomar perspectiva. A veces, es importante alejarnos de las personas que nos hacen sentir ese malestar tan intenso para así, poder tomar perspectiva, distancia y reflexionar sobre la situación desde otra mirada, desde otro punto.
Nadie puede tener más poder sobre ti misma o sobre ti mismo que tú.
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