SORPRESA, UNA EMOCIÓN BASE DEL AUTOCONOCIMIENTO

Sorpresa, una de las emociones básicas. Y sin embargo, no se le suele brindar la atención e importancia que representa, en comparación claro, de sus iguales (enojo, alegría, tristeza, miedo y desagrado). Lo importante de la sorpresa se da no solo en la propia emoción, también se le da por la relación que tiene con las demás emociones. 

Es una base, de donde salen una mayor gama de emociones, que por la variedad de estas y lo que implica cada una, se puede volver complicado el autoconocimiento que se requiere para poder identificar, nombrar la emoción exacta y gestionarla de la mforma.

Miriam Levav (2005) señala que las emociones se presentan de manera muy rápida y en su mayoría tan vertiginosas que en ciertas ocasiones no nos permiten tomar conciencia de lo que está ocurriendo. La reacción será dependiente a la perspectiva individual, si se da de forma abrupta puede, a veces, producir un desastre o, en algun momento, salvarnos la vida. (p. 18). 

La sorpresa se genera ante un evento súbito, por un breve instante sucede lo dicho anteriormente, no se es consciente de cómo reaccionar, qué hacer o qué sentir. Una vez que pasa ese breve instante, se dará comienzo a una emoción distinta, dependiente del tipo de evento y su interpretación. Dando paso a la interrogante…

¿La sorpresa es una emoción mala o buena?

Las emociones no se deben etiquetar en malas y buenas, al momento de vivirlas,  permite a cada persona explicar si le es agradable o no, todo dependerá de las propias experiencias, y de la forma en que cada quien interpreta su entorno. Sin embargo, la sorpresa se vuelve más compleja en ese sentido, ya que se denominará agradable o no, en relación con la emoción subsecuente. 

En su mayoría, los eventos donde se nos sorprende con obsequios, muestras de afecto, reconocimientos, en general algo placentero, nos llevará a vivir alegría, por ende se califica como una sorpresa agradable.

Al contrario, si se recibe un insulto, una agresión, nos vemos expuestos ante un peligro, o algún estímulo repulsivo, se experimentará, tristeza, enojo, miedo, o asco, lo cual propicia que la sorpresa sea desagradable.

Sin duda, cada lector tendrá un ejemplo donde suceda lo contrario o simplemente no se cumpla completamente lo anterior. Es por eso que se hace hincapié en la perspectiva de cada individuo, y a su vez, la empatía que se puede brindar para respetar las emociones de los demás.