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¿Por qué necesito pareja?

El ser humano como ente biopsicosocial (modelo que postula la inherente relación entre los factores biológicos, psicológicos y sociales del ser humano). Ha buscado desde sus inicios la manera de alcanzar y preservar su bienestar, surgiendo así la necesidad de afiliarse a un conjunto de personas para, de este modo, poder enfrentar los posibles peligros percibidos por el individuo.

Dichos grupos se han ido modificando conforme a los cambios presentes en el contexto histórico, adquiriendo con los cambios, diferentes nombres; tribu, clanes, hordas, gremios, reinos, comunidades, familia. Son algunos de los nombres que se han utilizado, cada uno de ellos enfocados en cumplir con el mismo propósito.

Es importante también destacar la alianza que se forma regularmente entre dos individuos, conocida en la actualidad bajo el nombre de pareja.

¿Por qué formamos grupos?

Como principio básico los grupos se forman para un bienestar común. Aquí es donde surge la siguiente interrogante. Si cuento con el apoyo de diferentes grupos, soy independiente, saludable, y no existe un peligro que atente contra mi bienestar, ¿por qué necesito pareja?.

¨A partir del nacimiento nuestra vida será una  sucesión  de  experiencias,  relaciones,  vínculos y conexiones que darán cuenta de una historia  personal  de  permanente  interacción con el mundo, con los otros” (Rodríguez, 2004, pp. 3-4 citado por Blandón, A. & López, L.2016). Permitiendo que las personas ofrezcan y reciban valoración intelectual, emocional   y   física   (Cervantes,   2011 citado por Blandón, A. & López, L.2016). Si bien es cierto que no se presenta un peligro inmediato para el bienestar, existen otras variantes que intervienen en nuestra necesidad de encontrar una pareja.

¿por que necesito pareja?

Carencias afectivas

Para López, Bonz, Molina y Solís (2019) Es un problema que repercute en el desarrollo emocional, físico y psicológico de las infancias por falta de afecto, cariño, amor y protección de sus padres durante los primeros años de vida, debido a que los cuidados de poca calidad contribuyen de manera significativa al deterioro en el desarrollo del o de la infante. En la etapa de la niñez se inicia la socialización afectiva, y cuando esta falla, se descubre a la persona en su adultez reclamando a su pareja una sobreprotección y una seguridad emocional que comúnmente se expresa en peticiones de muestras de cariño, tales como los abrazos, caricias, compartir tiempo juntos o intercambiar mensajes afectivos, intentando así cubrir las carencias formadas en la infancia.

Presión social

Tradicionalmente, la imagen social de felicidad está vinculada a una persona que tiene una pareja y que a su vez, la relación entre ambos es vista como “buena” o adecuada.

Partiendo de esta premisa y recordando que las relaciones con las y los demás ayudan a construir la identidad social de un individuo. Se puede comprender el origen de expresiones como: “Te quedarás para vestir santos”, “Tus primas/amigas ya se casaran, ¿y tú para cuándo?”, “¿Dónde está el novio/la novia?”, “¿Por qué tan solito/a?”, “¿No piensas tener hijos?”, entre otras.

Éstas logran desestabilizar el bienestar de un ser humano y son una forma de agresión que la persona percibe como de riesgo o peligro, ya que de forma inconsciente orillan a que nos cuestionemos asuntos que en muchas ocasiones se tienen claros o decididos, dejando así espacio a la incertidumbre.

Protección

Aunque se tenga confianza en la autonomía e independencia propia, la preocupación sobre el futuro y sobre qué pasará si no tengo a alguien que me ayude se ha vuelto una constante. Pues la duda sobre las situaciones venideras y el no poder enfrentarlas sola/o se convierten en un estímulo para emparejar con alguien que aparente cualidades que permitan enfrentar cualquier situación difícil.

Descendencia

La idea social y religiosa de procrear para poblar el mundo y dejar un legado es uno de los mayores argumentos que motivan a las personas a emprender una búsqueda de pareja. Siendo las mujeres la población mayormente afectada debido a las exigencias o expectativas de los padres hacia sus hijas.

Se espera que tanto el padre como la madre eduquen a un nuevo ser bajo los estándares socialmente establecidos, contando así con alguien que vele por el bienestar propio en una etapa de vida compleja.

Sea cual sea el factor que impulsa a una persona a conformar una relación de pareja, es importante destacar que no siempre resulta sencillo enfrentar lo que esta decisión conlleva. Es por que resulta esencial evaluarnos e identificar la posible presencia de alguno de los elementos previamente abordados para que, de ser así, se pueda solicitar ayuda que permita vivir una relación de pareja sana y segura.

1 pensamiento sobre “¿Por qué necesito pareja?”

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