Responder a la pregunta ¿Quién soy? puede ser complicado. Generalmente respondemos con nuestro nombre, describiendo lo que nos gusta o lo que no, mencionando afinidades propias y metas. Pero para llegar a conocer todo ello, inevitablemente pasamos por el autodescubrimiento.
Descubrirse a sí mismo/a es una travesía que implica dejar de lado nuestros juicios de valor, para aceptar eso que somos y dar paso al autoconocimiento, ya que este nos puede ayudar a:
- Protege la salud mental y el bienestar
- Ser conscientes y reflexivos/as sobre cómo nos presentamos al mundo
- Explorar la autoaceptación y tratarnos a nosotros/as mismos/as con mayor compasión
- Descubrir nuestros valores personales y creencias centrales
- Dejar de preocuparnos por lo que piensen las demás personas.
Los 3 pilares del autodescubrimiento
Para un óptimo autodescubrimiento, se necesita de tres componentes durante el proceso.
1. Consciencia de sí mismo/a
Consiste en cultivar una comprensión profunda de mi personalidad, mis sentimientos y deseos.
Conforme se gana consciencia de estos elementos, más partes de uno(a) salen a la luz. Por lo tanto, a mayor consciencia de sí mismo/a, mayor autocontrol, empatía, creatividad y autoestima.
Además, se logra una mayor satisfacción profesional, confianza y colaboración en el área de trabajo, pues se es consciente de las capacidades y habilidades.
2. Malestar
Eso sí, el autodescubrimiento inevitablemente es incómodo. Porque implica confrontar partes de uno(a) que no nos gustan. Pero si negamos esas partes, ¿Cómo podremos aceptarnos completamente o encontrar una forma de cambiar si es necesario?
Parte del autodescubrimiento implica probar nuevas cosas. Algo que nos haga salir de la zona de confort, puede dar miedo intentarlo, pero es un paso enorme para saber más de uno/a mismo/a.
3. Vivir con intención
A medida que se aprende más de sí mismo/a, se vive con mayor propósito y consciencia. Ya que las decisiones que se toman son más alineadas con lo que es uno(a) y lo que se quiere llegar a ser.
Riesgos de no conocerse a sí mismo/a
Si no te conoces a ti mismo/a corres el peligro de tener una sensación de desequilibrio entre tú y tu vida diaria. Esto causa sentimientos de tristeza, culpa o vergüenza ya que no se ha podido desarrollar todo tu potencial.
De igual forma, corres el riesgo de poner límites laxos o no ponerlos. Y no vale la pena sucumbir a lo que otras personas quieren que hagas, menos si son decisiones o situaciones que impactan tus metas o tu integridad.
Importancia del autodescubrimiento
Durante la infancia y la adolescencia se da un autodescubrimiento muy amplio, pues en estas etapas exploramos más el mundo y comenzamos a pertenecer a diferentes contextos. A través de ellos, formamos nuestros gustos y aprendemos a tener interacciones con diversas personas. Pero también es probable que hayamos experimentado eventos desafortunados, peligrosos o poco saludables emocionalmente.
Entonces, al llegar a la adultez, encontrar nuestro propio sentido de identidad puede ser complicado. Pues es muy fácil perderse en el entorno o en las personas que nos rodean. ¿De verdad me gusta esta música, o sólo la escucho porque a mi amigo/a le gusta? Si bien es importante tener un grupo de amistades afines, la autonomía nos ayuda a forjar nuestro propio camino.
Así pues, te compartimos algunos de los beneficios del autodescubrimiento y lo que puedes hacer con tu propia identidad:
- Comunicar mejor tus necesidades
- Establecer límites claros
- Tomar mejores decisiones sobre tu vida y tu profesión
- Ser más flexible con tus valores y creencias centrales
- Amarte y aceptarte a ti mismo/a
- Cuidar de ti; de tu cuerpo y tu mente