El proceso de toma de decisiones es la secuencia de eventos que realizamos los seres humanos para resolver una situación o un problema de manera favorable.
Empecemos primeramente definiendo el pensamiento; es un proceso mental psicológico a través del cual las personas creamos, regulamos y desarrollamos ideas acerca de nosotras mismas, de lo que nos rodea y de los demás. Los pensamientos que adoptamos tienen diferentes características individuales y se van desarrollando a lo largo del tiempo.
Ahora bien, la toma de decisiones es un método racional que permite hacer elecciones responsables y acertadas, implica considerar alternativas posibles, ventajas y desventajas, y las consecuencias de cada opción que tenemos.
El método para tomar decisiones consta de 5 pasos
1. Valorar la nueva situación. Preguntarse cuál es el problema, en qué consiste y si es relevante para hacer uso del método de toma de decisiones.
2. Buscar alternativas. Cuando se toma una decisión, generalmente se tiene una visión limitada del problema, esto puede llevar a una toma de decisiones poco favorable, por ello se tiene que buscar información, esto dará alternativas. La información se puede buscar preguntando a otras personas sobre sus experiencias, a algún especialista, en libros o Internet.
3. Analizar alternativas. Ya que se tienen información objetiva del problema y sus opciones de resolución, se analiza cada posibilidad evaluando ventajas y desventajas en función a las consecuencias que conlleve cada una.
4. Elección de alternativa. Este paso implica elegir la opción que más convenga de acuerdo con el análisis previo. Una vez hecha la elección, se compromete con la misma, y se desarrolla un plan para ejecutar la alternativa.
5. Poner en práctica la solución. Siempre se debe adaptar la decisión tomada a como se presente la circunstancia, esta adaptación sólo la podemos llevar a cabo cuando ejecutamos la alternativa.
Un ejemplo de este método sería la elección de adoptar una mascota. Primeramente, hay que preguntarse en qué consiste tener una mascota; implica cuidarla, darle de comer, asearla, etc. Segundo, informarme sobre qué mascotas se adecuan a mi estilo de vida y a mi hogar. Tercero; analizo las opciones, si quiero un gato, pero me causan alergia, no podría tenerlo. Cuarto; hago mi elección de mascota, la adopto y me comprometo a atenderla toda su vida. Finalmente, ya que tengo mi mascota, conforme la cuido, me doy cuenta de que necesita ir al veterinario frecuentemente, o que necesita un juguete nuevo y hago mis adaptaciones necesarias para poder mantenerla adecuadamente.
Al hacer uso del método, es muy válido regresarnos a pasos anteriores cuando al poner en práctica la alternativa, nos damos cuenta de que no fue la más favorable. O simplemente regresarnos para estar más seguros de nuestra decisión final.
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