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Dismorfia Corporal

A lo largo de la historia, se ha observado contenido e información sobre cuál es el “cuerpo perfecto”; obviamente, a lo largo de los años, ese concepto se ha ido modificando conforme a los estándares sociales de belleza y la propia moda.

Éstos estándares, de manera silenciosa (o evidente en algunos casos), genera en ocasiones que las personas que no cumplen con esas normas, se sientan “fuera de lugar” y hasta incómodas/os con su imagen corporal. Si la persona en cuestión, no goza de una autoestima o auto-confianza “fortalecida”, es más propensa a genera imágenes e ideas irreales sobre su cuerpo y/o peso, dando lugar a un posible trastorno dismórfico corporal.

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¿Qué es?

De acuerdo con el portal de la secretaría de salud de México, el trastorno dismórfico corporal es una enfermedad psiquiátrica que se manifiesta como una preocupación excesiva en la apariencia, derivada de una distorsión de la imagen corporal (defectos físicos imaginarios, leves o invisibles para otros), generando sufrimiento en la persona que lo padece, impidiendo su desarrollo social, laboral/escolar y/o personal.

En algunos casos, se pueden presentar hasta ideas delirantes que parten de alguna idea sobrevalorada de creencias individuales que parten de fuertes sentimientos en torno a defectos auto-percibidos, muy difíciles de racionalizar.

Éste trastorno se presenta a menuda en la adolescencia de manera gradual o abrupta, que dependerá de entre oros factores, a comentarios positivos acerca del aspecto físico durante la infancia, eventos traumáticos como humillación, acoso, fracaso en actividades físicas/deportivas, lesiones, enfermedades físicas, burlas entre otros que provoquen sentimientos de vergüenza relacionados con la imagen personal y la autoestima.

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La dismorfia corporal no solo está enfocada a áreas del cuerpo como cintura, abdomen, glúteos o brazos, también hay una alta preocupación por la piel (color, lunares, pecas, marcas, acné, etc.), cabello y/o vello corporal, pechos, nariz y genitales. Y contrario a la creencia popular, la dismorfia corporal es predominante en hombres que en mujeres.

Así mismo, la dismorfia se puede ver acompañada de otros diagnósticos como Trastornos de la Conducta Alimentaria, principalmente anorexia nerviosa; Trastorno Obsesivo Compulsivo, Vigorexia (obsesión por realizar ejercicio) y ortorexia (obsesión por solo comer alimentos considerados saludables para la persona).

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Hasta ahora, no se sabe con certeza que es lo que origina un Trastorno Dismórfico Corporal, pero se tiene la creencia de que puede ser de origen genético, por lo que es importante observar nuestra línea familiar que indique que algún otro miembro de la familia ha pasado por el mismo diagnóstico o los mismo síntomas.

¿Cómo identificarlo?

  • Preocupación extrema por un defecto percibido en la apariencia que los demás no pueden ver o les parece insignificante.
  • Estar convencido/a que tu apariencia no es “bonita”, “agradable”, “estética”, etc.
  • Creer que los demás se burlan de tu aspecto u opinan al respecto de forma negativa.
  • Rechazo a verse en el espejo, o mirarse de manera frecuente para corroborar que algún “defecto” no sea percibido, o para arreglarlo.
  • Compararse constantemente con otras personas “guapas”, “fit”, etc.
  • Búsqueda de aprobación de la apariencia.
  • Tendencias perfeccionistas.
  • Realización o búsqueda de procedimientos estéticos que generan poca satisfacción o no se está conforme con los resultados.
  • Evitar situaciones sociales.
  • Pensamientos suicidas por inconformidad corporal.
  • Miedo intenso a subir de peso.
  • Restricción de alimentos o atracón de alimentos acompañado de purgas.

Si te sientes identificado/a con algunos síntomas, no dudes en acudir con un profesional de la salud que te pueda ayudar al respecto. En Fogata Azul, con gusto podemos atenderte a través de nuestras distintas redes sociales o a través del formulario al final de la página. Contamos con consultas virtuales o presenciales en CDMX.

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