El ciberacoso, o “Grooming” cómo también se le conoce, es una forma de acoso (y abuso) sexual virtual. Ésta forma delictiva, implica a una persona adulta que se pone en contacto con menores de edad a través de las redes sociales, con el fin de ganarse su confianza, y posteriormente, involucrarles en actividades que pongan en riesgo su integridad física y/o moral.
Antes de continuar con el tema, es importante hacer ésta pequeña diferencia: el grooming no es lo mismo que el bullying ciebernético; es bastante importante recordar que el grooming es perpetuado por una persona adulta, y que por lo general, se pretende involucrar al menor en actividades de índole sexual.
¿Cómo opera el acosador?
La persona adulta que comete este delito, inicia por crear perfiles falsos en redes sociales, sobre todo, aquellas que sean más populares entre la población juvenil menor de 18 años. También pueden interactuar a través de salas de chat, chats de videojuegos, o abrir salas públicas en plataformas como Discord con temas de interés entre infantes y adolescentes.
Posteriormente, y fingiendo ser un/a menor de edad, comienzan a entablar conversación con la posible victima, intentando ganar su confianza o su amistad.
Una vez que se han ganado la confianza de la victima, comienzan a meter temas sexuales en las conversaciones, e inclusive, pueden compartir material pornográfico con sus victimas. Así mismo, bajo amenazas, o manipulación, es posible que el agresor pida materia íntimo de su víctima; material que pueden ir difundiendo entre grupos de pederastas y/o sitios web de pornografía infantil.
Hay evidencia dónde pueden llegar a concretar una cita en algún centro comercial, parque, lugar público, etc; para “conocerse”.
¿Cómo identificarlo?
Es posible que existan cambios de actitud, o en el estado de ánimo en la niña, niño o adolescente en cuestión, sobre todo cuando se muestra un interés por saber con quién chatea, o quiénes son sus amigos de internet.
Puede presentar conductas fuera de su rutina, como que pase más tiempo en su dispositivo móvil, o “jugando” videojuegos. Así mismo, puede que se muestre bastante negativo(a) a prestar su teléfono celular, tablet, computadora o que alguien más utilice su usuario de jugador, o bien, estará muy al pendiente de lo que revisen en sus dispositivos.
Es importante saber reconocer los cambios de conducta en nuestros infantes, ya que esa será la pauta inicial para saber que algo está ocurriendo en sus vidas, ya sea que se trate de algún tipo de acoso digital, en la vida “real”, o los propios cambios del desarrollo.
¿Cómo prevenirlo?
Es importante generar un vínculo de confianza con nuestros infantes y adolescentes que les permita sentirse en un espacio seguro dentro de casa, y que fomente la comunicación; así, tú infante se sentirá con la confianza de acudir contigo si en algún momento se siente en peligro, o está siendo intimidado a través de plataformas virtuales.
También es importante estar en contexto de las tendencias de las redes sociales, ya que esto nos permitirá conocer un poco más a nuestras(os) adolescentes e infantes; pero también, nos permitirá saber de los riesgos a los cuáles pueden estar expuestos, y cómo abordarlos con ellas/ellos.
Sigamos los lineamientos de restricciones de edad. Todo videojuego, y plataforma digital que se pueda descargar, tienen lineamientos de edad para jugar o crear un perfil como usuario/jugador. Investiga el juego, la plataforma para analizar a profundidad el porqué tiene una restricción a cierta población, que te permita discernir si el contenido es adecuado para tu hijo(a) o aún no.
¡No prohíbas! Abre la comunicación con tu hijo(a), explícale los riesgos de conocer gente desconocida por internet, y el porqué debe esperar hasta cierta edad para jugar “x” videojuegos, o abrir una cuenta en alguna red social.
Muestra interés cuando exista alguna invitación de su amiga(o) de internet para conocerse en persona; puedes ofrecer llevarle a su cita, e inclusive puedes proponer lugares para el encuentro. Pero sobretodo, recuerda respetar la privacidad de tu hija(o); “No” es NO, y aplica para con tus hija(o)s también. Es normal sentirse preocupado(a) ante algún posible riesgo, pero como mamá/papá, también podemos comunicar nuestras inquietudes de manera afectiva y efectiva.
¿Qué hacer si algún menor de edad sufrió de grooming?
Es importante reportar las cuentas del agresor ante la plataforma por la cuál fue atacada/o el/la menor de edad; de ésta manera, se le exige a las plataformas digitales a aumentar su sistema de seguridad, así como a detectar conductas sospechosas en sus usuarios.
Recopila toda la evidencia: nombres de usuario, chats, material enviado, etc. y levanta una denuncia ante la policía cibernética de tu ciudad/país. En el caso de México, la Guardia Nacional propone los siguientes medios para realizar la denuncia:
- Teléfono: 088
- Twitter: @CNAC_GN
- Correo electrónico: cert-mx@sspc.gob.mx
Dale seguimiento a tu denuncia, de ésta manera, obligamos a las autoridades a responder de manera más inmediata y efectiva.