Hoy, como cada tercer lunes de enero de cada año, las redes sociales se llenan de contenido encaminado a brindar consejos o palabras de aliento destinadas a enfrentar lo que se le conoce como el peor día del año, o bien, el más triste. Muchas personas tienden a experimentar sensaciones de abatimiento, tristeza, tensión, estrés o malestar.
¿Cómo surgió el término?
El psicólogo Cliff Arnall reconoció al “Blue Monday” o “Lunes triste” como el día más triste del año en el año de 2005 como resultado de una investigación encaminada a identificar cuál era el peor día del año. Surgió en consecuencia a una campaña publicitaria de la conocida y extinta “Sky Travel”.
Para medirlo, se tomó en consideración una lista de factores que facilitaran la obtención de dicho valor, dentro de los cuales destacó elementos como el clima, el lapso de tiempo que había pasado a partir de la Navidad, las deudas acumuladas durante las festividades, la motivación presente, etc.
¿Cómo afecta a las personas?
Dado el ritmo de vida que se sigue actualmente, las sensaciones antes mencionas (abatimiento, tristeza, estrés, etc.) están presentes dentro de la rutina de miles de personas ocasionadas por lidiar con el estrés y la sobrecarga laboral, el cúmulo de actividades, de deudas por cubrir, entre otras; aunado a estas variables, en el Blue Monday se adiciona el enfrentarse con los propósitos de año nuevo generalmente sin cumplir, el proceso de adaptación al nuevo año y retorno a las actividades posteriores al período decembrino, y el pago de los excesos consecuentes a los regalos navideños.
Es importante destacar que si bien, parte de la población puede manifestar síntomas relacionados con tan fatídico día, resulta improbable que toda la población sostenga una vivencia compartida en esta fecha, es decir, no se puede generalizar debido a que todas las personas enfrentamos las situaciones complejas de forma distinta, habrá personas a quienes aunque el volver a retomar el ritmo de las actividades laborales o académicas pueden resultar desafiante, adquieren a su vez una visión dirigida a generar oportunidades a partir de lo que puede percibirse como un nuevo comienzo.
¿Qué se puede hacer para enfrentarlo?
El psicólogo e investigador, Antonio Cano Videl, señala la importancia de tener responsabilidad sobre nuestro autocuidado, generando así un cambio hacia a la visión con la cual percibimos este día, plantea el buscar momentos de felicidad en nuestra rutina y dejar de perseguirla entorno a grandes festividades como las fiestas decembrinas (citado por la Universidad Complutense de Madrid, s/d).
Recordemos que todos y todas poder ejercer una mirada hacia nosotros/as mismos/as que nos encamine a reconocer aquellos factores que pueden mermar o inferir en nuestro propio bienestar, dicho de otro modo, podemos evaluar qué estamos experimentando dentro de las esferas física, psicológica y social, dejando de lado las cifras o datos estadísticos, para así dirigirnos a iniciar nuestro propio proceso acorde a nuestras necesidades.
Igualmente, si durante este día experimentas una sensación adversa, comunicate con alguien en quien confíes y permítete expresar todas aquellas emociones y pensamientos que estén presentes para buscar encaminarlos a un resultado favorable para ti, durante este lapso pueden adquirir un matiz diferente que te permita buscar alternativas destinadas a generar un movimiento favorable.
Blue Monday en la actualidad.
Mucho se habla sobre la veracidad de tan temido día, incluso se ha llegado a conocer como una pseudociencia, debido a que si bien los factores que lo propician pueden desencadenar sensaciones de malestar en las personas, resulta impreso y complejo de cuantificar el impacto que tienen sobre toda la población en un día en particular.
Por consiguiente, el tercer lunes de enero se ha ido transformando lentamente en una gran oportunidad para diversas empresas de producir estrategias de marketing que “ayuden” a las personas a que esta fecha sea lo menos compleja posible adquiriendo diversos artículos para modificar el sentimiento de tristeza colectiva presuntamente palpable en un gran número de personas alrededor del mundo.
Sin embargo, toma gran relevancia enfatizar el hecho de que vivir la gran gama de emociones que poseemos los seres humanos no debe ser percibido como terrorífico o como algo que deba evitarse a toda costa; la tristeza al igual que emociones como el enojo, la alegría, etc., es de breve duración, tienen una función y es importante que comencemos a reconocerla y validarla. Si esta sensación de tristeza persiste durante un tiempo prolongado y comienza a afectar el desarrollo de las actividades cotidianas o genera un malestar constante, no te acostumbres o adaptes a vivir con ella, consulta a un profesional de la salud.