En ésta entrada, daremos a conocer más a fondo una de las orientaciones sexuales de las que se habla mucho, pero parece ser que aún se tiene confusión al respecto, o no está tan claro el concepto.
Antes de continuar, te invitamos a darle un vistazo general al concepto de orientación sexual e identidad de género aquí.
Maslow, en su pirámide de necesidades cataloga dentro de las necesidades biológicas al placer sexual o el sexo como una de ellas, mencionándolo como algo que el ser humano necesita para sobrevivir.
Si bien, para que la humanidad siga existiendo, es evidente que tendría que seguir existiendo la reproducción humana que se lleva a través del coito o actividad sexual.
Sin embargo, a lo largo de la historia, se ha demostrado que el coito no solo se realiza con fines reproductivos, sino también con fines recreativos y de placer sexual. Y si bien, hay muchas personas que gozan y disfrutan de su sexualidad a través de diversas prácticas, hay otras tantas que no requieren de un coito (penetración o contacto genital) para seguir viviendo, experimentando y gozando de su sexualidad, dando paso al concepto de la asexualidad.
¿Qué es?
Si bien el término pudiera quedarse en que las personas no sienten atracción sexual hacia otros/as/xs, en realidad la asexualidad es un término paraguas, es decir, que aborda otras definiciones relacionadas a la nula o poca atracción sexual. Como la grisexualidad: aquellas personas que sienten una atracción sexual hacía otras personas con baja intensidad; o la demisexualidad: aquellos que experimentan un deseo sexual hacía otras personas luego de haber generado un fuerte vínculo emocional.
Por otro lado y de acuerdo con el sitio web AVEN (sitio web creado para la visibilización y educación sobre el espectro asexual), los asexuales se dividen en 4 tipos:
- Tipo A: tiene apetito sexual pero ninguna atracción romántica.
- Tipo B: tiene atracción romántica pero ningún apetito sexual.
- Tipo C: tiene ambos, atracción romántica y apetito sexual.
- Tipo D: Ninguna de las anteriores.
Si bien el cuestionamiento científico y de las líneas de investigación es saber si la asexualidad es una cuarta orientación sexual, las vivencias y experiencias de las personas asexuales nos dicen “Sí, pero no”; ya que la poca o nula atracción sexual que puedan experimentar, puede ser con personas de su mismo sexo, del sexo opuesto, o hacía personas de la diversidad de género; pero esperamos quede un poco más claro con el siguiente gráfico:
¿Cómo se vive?
Entonces, ¿las personas asexuales no tienen prácticas sexuales?
¡Sí! ¿Cómo? Muy a su manera, recordemos que un práctica sexual no implica necesariamente penetración, también puede haber masturbación, juegos de rol, bastantes besos, o bien sin contacto alguno (solo ser espectador de cómo el otro tiene alguna práctica erótica). Y también de manera muy personal, las personas asexuales pueden vivir de su erotismo en privado y con ellos mismos/as/xs sin necesidad de incluir otra persona en su práctica.
Desafortunadamente, hemos vivido con la creencia de que todas las personas “debemos” tener experimentar el placer sexual, y que si tú eres una persona con poco o nulo libido, hay algo “mal” en tí, lo que lleva a que personas asexuales se involucren en relaciones sexuales poco gratas y para nada placenteras. Pero no tiene por qué ser así, ni te tienes que sentir extraña/o/x por no tener un interés sexual por otras personas ni por tener una vida sexual activa; quizá es algo que hemos escuchado muchísimo, pero recuerda que nadie te puede obligar a tener relaciones sexuales si no quieres, no te sientes segura/o/x de tenerlas, o simplemente no lo deseas; y mucho menos, tiene el derecho de hacerte sentir mal por no acceder a tener relaciones sexuales.
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