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¿Cuándo es buen momento para cambiar de trabajo?

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Actualmente existen opiniones divididas entre cada cuánto tiempo es pertinente cambiar de trabajo; algunos expertos afirman que lo ideal es permanecer en un trabajo de 3 a 5 años, otros estudios mencionan que cada 2 años hacer un cambio laboral es lo ideal. Muchos otros atribuyen este cambio a una cuestión generacional.

La realidad es que después de la pandemia y tomando en cuenta las condiciones laborales que hoy en día existen en México, no hay una regla o un tiempo exacto para cambiar de trabajo, pero sí podemos encontrar algunas señales o indicadores a tomar en cuenta antes de decidir el cambio.

Factores que tomar en cuenta

Habitualmente, solemos cambiar de trabajo por iniciativa propia; para mejorar condiciones laborales (sueldo, horario, prestaciones, etc.) o para crecimiento profesional.

Otras veces se busca ese cambio porque nos vemos forzados a hacerlo; a causa del estrés, de un clima laboral ineficaz, o la sobrecarga de trabajo.

Antes de tomar la decisión, preguntémonos primero si ya es tiempo de hacer este cambio. Por ejemplo, puede ser que lleves mucho tiempo en un mismo puesto y en vez de buscar un nuevo lugar de trabajo, se opte por un nuevo puesto en el mismo centro.

Otra cuestión que considerar es la frecuencia en la que se busca cambiar de trabajo; para algunas empresas, si se cambia muy rápido de trabajo (cada año o cada 6 meses) se puede percibir como falta de compromiso o alguna dificultad para encajar.

cuando cambiar de trabajo
¿Hay un tiempo promedio para cambiar de trabajo?

Si bien es fundamental conseguir experiencia en diversos centros de trabajo, es importante recordar que un proceso de aprendizaje y creación de rutina o hábitos conlleva en promedio más de 60 días. Incluso los procesos de capacitación en algunos empleos son de 3 meses, entonces es importante tomar estos tiempos en cuenta.

Adquirir experiencia y cubrir un abanico amplio de roles en los sectores que actualmente te desarrollas en tu trabajo es fundamental, pues estos pueden acrecentar oportunidades laborales.

Es claro que cambiar de trabajo no es una decisión sencilla, por lo cual es importante que te tomes el tiempo y el espacio para reflexionar antes de realizar cualquier movimiento.

Señales para buscar un nuevo trabajo

Falta de motivación

Una buena forma de identificar si hay falta de motivación es poner atención en tu sentir con el trabajo, ¿lo sientes como una carga? ¿te pesa levantarte para ir a trabajar?

En el empleo es donde pasamos la mayor parte del día, por lo tanto, debe ser un espacio en el que te sientas con la comodidad de desarrollar tus habilidades y contribuir en las labores cotidianas que, suponemos, dejan una huella en el mundo.

Si en el trabajo no sientes que puedes desplegar esas habilidades, no hay aprendizaje constante, ni consideras que tus actividades son trascendentales, puede que sea momento de buscar otro espacio laboral más retador.

cambio de trabajo por exceso de estrés
Ya no te inspiran los valores de la empresa

Si lo que hacemos por 8 horas al día 5 días a la semana, no le encontramos el sentido, puede ser porque tu visión o tus metas ya no coinciden con los de tu actual centro de trabajo. Es momento de encontrar nuevas oportunidades.

Falta de crecimiento

Es de esperar que busquemos seguir creciendo o aprendiendo sobre nuestra profesión, y para saber si tu lugar actual de trabajo te puede dar esta oportunidad de crecimiento, hay que preguntarse:

  • ¿Qué quiero lograr en mi carrera profesional?
  • ¿En qué áreas me gustaría desarrollarme?
  • ¿Qué me veo haciendo dentro de 5 años?
  • ¿Esto que quiero, es algo que me puede dar mi lugar de trabajo?
Desequilibrio entre lo personal y lo profesional

Es parte del trabajo que atravesemos por momentos de estrés y nos sintamos saturados, el problema es cuando se hace parte de la cotidianidad vivir en constante estado de alerta. Y esto no solo genera dificultades en otras áreas de la vida, también puede causar problemas de salud.

Si te sientes de esta forma, lo primero es pedir ayuda en tu centro de trabajo para encontrar una solución, pero si notas que este estrés constante es parte de la cultura organizacional, lo mejor es buscar un trabajo más saludable. Recuerda, hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar.

No olvides que es primordial tener un espacio de trabajo en el que haya cambio o mejora de tareas y proyectos, así como un ritmo de trabajo saludable y que se preste a la convivencia cordial y profesional.

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