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¿Discapacidad o diversidad funcional?

El concepto de Diversidad Funcional propone una visión positiva de la discapacidad hablando de diferentes capacidades, más no de deficiencias o minusvalía. Con eso evitar las diferenciaciones peyorativas o políticamente incorrectas.

Dicho término se acomoda a una realidad en la que existen personas con capacidades y funcionalidades diversas o diferentes entre sí. Fue propuesto por el Foro de Vida Independiente y Diversidad, el cual define Diversidad Funcional como:

“la diferencia de funcionamiento de una persona al realizar las tareas habituales (desplazarse, leer, agarrar, ir al baño, comunicarse, relacionarse, etc.) de manera diferente a la mayoría de la población”.

Ahora bien, diversidad funcional no es sinónimo de discapacidad, sino un término para evitar exclusiones o discriminaciones. Una discapacidad se percibe como tal porque una persona es incapaz de interactuar por sí misma con su entorno. Puesto que en nuestra sociedad no es muy común ver un espacio público adaptado a las necesidades de las personas con diferentes discapacidades.

Tipos de diversidad funcional

Se clasifican en tres categorías; motriz, sensorial e intelectual. Y es importante recordar que no todos los tipos de discapacidad afectan de igual manera a las personas, además de que algunos suponen menos barreras que otros en la vida cotidiana.

diversidad funcional

Discapacidad motriz

Es aquella que disminuye o imposibilita la movilidad total o parcial de una o varias partes del cuerpo, esto dificulta la realización de las actividades motoras cotidianas. Algunas consecuencias de esta discapacidad son: dificultad de coordinación, movimientos sin control, alcance limitado, fuerza reducida o nula, y habla incomprensible.

Una barrera muy grande por superar en la discapacidad motriz es el diseño arquitectónico de los espacios públicos. Falta de rampas, escaleras imposibles, puertas estrechas, aceras angostas, baños públicos no adaptados, ausencia de elevadores en transporte público, etc.

Discapacidad sensorial

Esta diversidad funcional hace referencia a la disminución de la capacidad perceptiva de alguno de los sentidos, principalmente el oído y la vista.

Discapacidad auditiva

Es la disminución en diferentes grados de la capacidad de percepción de uno o ambos oídos. Las personas con esta discapacidad pueden padecer de sordera, cuando se pierde totalmente el sentido; o padecer de hipoacusias, esto significa que su sentido del oído se ve disminuido.

Las causas de la discapacidad auditiva pueden ser congénitas o adquiridas. Por tanto, es importante observar cuando una persona comienza a dar signos de sordera, sobre todo en los niños y niñas. Dependiendo de la causa, es posible que la persona tenga recuerdos o no los tenga de la lengua oral. En todo caso, se cuenta con la lengua de señas para comunicarse entre personas con la misma diversidad funcional.

evitar la discriminación en la discapacidad

Discapacidad visual

Esta es una limitación total o parcial de la percepción visual. Primeramente, la ceguera es la pérdida total de la vista, por otro lado, la disminución visual se refiere a la pérdida parcial de la visión. Estas afecciones también puedes ser congénitas o adquiridas.

A las personas con esta diversidad funcional les es difícil llevar una vida “normal”, puesto que dependemos mucho del sentido de la vista. Por ejemplo, una persona con ceguera adquirida tiene recuerdos y conocimientos visuales; colores, gestos, posturas. Pero una persona que nace ciega tendrá carencia de estas nociones.

Discapacidad intelectual

En esta diversidad funcional se presentan una serie de limitaciones en el funcionamiento intelectual y en las conductas adaptativas. Afecta las habilidades de una persona para adquirir conocimientos, desenvolverse en el día a día, o para comunicarse. En un entorno accesible y adecuado a sus necesidades, las personas con discapacidad intelectual tienen menos dificultades y disminuyen sus limitaciones.

Esta diversidad funcional tiene varias causas; puede originarse durante el embarazo, durante el parto, en los primeros años de vida o debido a un accidente. Es necesario recordar que no se debe confundir discapacidad intelectual con enfermedades mentales o trastornos psicológicos.

“Lo más importante que hay que saber a la hora de mencionar a personas con discapacidad es que son personas, y, por tanto, son muy distintas entre sí, incluso en lo que se refiere a su actitud sobre su discapacidad, algunas personas prefieren términos diferentes, otras se ofenden mucho con la terminología y a otras les da igual. Para la mayoría de las personas con discapacidad, lo importante es que se muestre respeto por ellas, y se vea más allá de la discapacidad” (Henry, 2008).

Fuente: Henry, S. L. (2008). Simplemente Pregunta: Integración de la Accesibilidad en el Diseño. ET\Lawton. ISBN-13: 978-0-9617193-2-6

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