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Meditación en la psicoterapia

Aunque parezca a primer momento algo contradictorio, la meditación dentro de un proceso psicoterapéutico es una práctica que poco a poco se vuelve más común. Esto se debe a que, en investigaciones, se han encontrado beneficios de ésta en terapia.

Primero, empecemos definiendo qué es la meditación. Es aquella práctica de la mente y el cuerpo a través de la cual una persona enfoca su atención en algo (objeto, palabra, frase, respiración). Con la finalidad de reducir al mínimo aquellos pensamientos o sentimientos que distraen o causan tensión o estrés.

¿Por qué tomar en cuenta la meditación en la psicoterapia?

La meditación en algunos casos puede ser de utilidad para promover el ajuste social, el cambio conductual y el desarrollo del ego (sí mismo/a). Se logra mediante la generación de un estado de alerta y de paz interior, que posteriormente, conduce a una mayor eficiencia en el trabajo terapéutico, así como un estado de apertura a sentimientos y satisfacciones en la vida diaria.

Chica practicando la meditación
Photo by Prasanth Inturi on Pexels.com

Además, una meditación bien realizada, puede capacitar al paciente o consultante a enfocar las emociones con objetividad, aceptación, y bondad, lo cual genera una libertad interior amplia y segura.

También, la meditación guía a un incremento de la autoconciencia del estado mental y emocional, a un mayor control de los instintos y de las reacciones compulsivas, al insight de la naturaleza de uno/a mismo/a, pues se exploran temas como las creencias personales, sentimientos y metas.

Objetivo en común

Algo que tienen en común la meditación y la psicoterapia es que ambas asumen la comprensión del dolor, y cada una a su manera, desarrollan defensas ante este, promoviendo el crecimiento psicológico. Por tanto, trabajarlas en conjunto es un buen recurso, porque involucran más profundamente a los y las pacientes en su proceso de autoexploración, y en la propia exploración que se realiza en sesiones terapéuticas.

Psicoterapia
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Por último, algo que se debe tomar en consideración antes de introducir la meditación dentro del proceso psicoterapéutico, son las herramientas que posee cada paciente. Así como su estado de desarrollo individual, esto se puede realizar con una evaluación previa. Ya que la meditación tiene varios efectos terapéuticos, preventivos o rehabilitadores a tomar en cuenta.

La meditación como forma de introspección, conduce a una mejor conciencia de los sentimientos, a un autocuidado más certero y una mayor concentración del presente. Pero no sustituye todo un trabajo psicoterapéutico, simplemente nos sirve de herramienta para aquella persona que se encuentra en su propio proceso de cambio.

Fuente: Arias Capdet, Pedro Pablo. (1998). La utilidad de la meditación como modalidad terapéutica: Parte II. Revista Cubana de Medicina General Integral, 14(3), 250-255. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21251998000300009&lng=es&tlng=es.

2 pensamientos sobre “Meditación en la psicoterapia”

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