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¿Cómo combatir el estrés?

El sentimiento de estrés es el mecanismo por el cual nos preparamos para reaccionar ante una situación peligrosa, nueva o que requiere mucha exigencia. Al sentir estrés, se liberan hormonas como la adrenalina o el cortisol, estas nos ponen en estado de alerta; tensan nuestros músculos y aumentan la frecuencia cardiaca, vaya, nos preparan para reaccionar ante tal acontecimiento.

Sentir un poco de estrés no tiene nada de malo, al contrario, es un beneficio porque ayuda a adaptarnos a las circunstancias que nos cuestan trabajo e incluso reaccionamos mejor ante una emergencia.

Diversas cosas o acontecimientos pueden generar estrés; la pérdida de un ser querido, el nacimiento de un nuevo miembro de la familia, conseguir trabajo, perderlo, un divorcio, un matrimonio, problemas de dinero, una enfermedad, entre otras. Una situación será más o menos estresante dependiendo de los estilos de afrontamiento y de la resiliencia que ha desarrollado cada persona, por ejemplo, para una persona puede ser fácil y agradable mudarse, pero para otra puede ser una fuente de estrés y malestar.

Ahora bien, el problema viene cuando el estrés es constante y se prolonga por mucho tiempo, se vuelve crónico y puede causar graves daños emocionales y físicos. Este estrés crónico puede ser el resultado de diversos estresores cotidianos que no son atendidos o que no los manejamos adecuadamente, o incluso por eventos traumáticos. Si no se tratan, pueden tener consecuencias adversas para la salud, como ansiedad, depresión, problemas alimenticios o enfermedades cardiacas.

Algunos síntomas comunes de estrés
Físicos
  • Dolores de cabeza, tensión muscular en cuello y espalda
  • Problemas digestivos; colitis, acidez estomacal, estreñimiento
  • Presión cardiaca alta
  • Cansancio físico
  • Alteraciones en la piel como dermatitis o psoriasis
Psicológicos
  • Angustia y aumento de la ansiedad
  • Alteraciones del estad de ánimo, pueden tornarse depresivas
  • Problemas de concentración y de memoria
  • Fatiga mental
  • Irritabilidad e insomnio
Conductuales
  • Alteraciones en la conducta alimentaria; comer en exceso o no comer
  • Aumento en la ingesta de alcohol o tabaco
  • Comerse las uñas o rechinar los dientes
  • Desarrollar tics nerviosos
  • Procrastinación

Afrontando el estrés

Primeramente, se debe hacer un autoanálisis de conductas y pensamientos: ¿Qué me preocupa últimamente? ¿En qué pienso constantemente? Sabiendo esto, podemos actuar contra eso que nos causa estrés, puede ser necesario acudir con un/a profesional de la salud mental para que nos ayude a combatir el estrés.

Actividades o tareas que nos ayuden a reducir el estrés:

Realiza ejercicio: la actividad física es efectiva para relajar, y no necesariamente tiene que ser una actividad intensa.

Aprende a relajarte: Puedes practicar ejercicios simples de respiración profunda, hacer yoga, etc.

Evita la cafeína, el alcohol y el tabaco: estas sustancias incrementan el estrés porque son estimulantes.

Aliméntate sanamente: comer bien ayuda a tu cuerpo a funcionar de la forma correcta. Si así lo deseas puedes acudir con un especialista en nutrición.

Descansa bien: Dormir es reparador y mantiene en forma al cuerpo y a la mente. Procura dormir al menos 7 horas.

Se realista: Nadie es perfecto, todos y todas cometemos errores, no te presiones más de la cuenta cuando algo no salga como lo esperabas. Y pide ayuda si es necesario.

Date tiempo para divertirte: Crea horarios para organizarte mejor y tener un espacio para ti y así poder hacer cosas que te gusten.

Mantén relaciones: Busca momentos para estar con tus seres queridos, saber que tenemos una red de apoyo, nos facilita pedir ayuda cuando lo necesitamos.

No te preocupes si al principio no puedes controlar bien el estrés, conforme pongas en práctica estas actividades, tu manejo del estrés será mayor y mejor.

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