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La importancia de poner atención

Hoy en día varios autores mencionan que la atención funciona como un mecanismo central con la función de controlar y orientar la actividad consciente del organismo de acuerdo con un objetivo determinado.

Esto quiere decir que la atención influye en las diferentes formas que tenemos los seres humanos para obtener información del exterior, ya sea con nuestros sentidos, de forma interna con nuestra cognición, y con nuestras conductas. Este “control” tiene la finalidad de organizar las actividades que hacemos conscientes, y así focalizar esas actividades en algo en específico.

Por ello, la atención se puede definir como un proceso cognitivo mediante el cual ejercemos un control voluntario sobre nuestra percepción, nuestras cogniciones y conductas para obtener el objetivo que pretendemos y poder responder ante él.

La atención y sus funciones

Una principal función de la atención consiste en hacer más fácil la selección de la información a procesar o a la que tenemos que dar respuesta. Para lograr esto, es focalizar nuestra atención en aquello que nos puede aportar más información dentro del entorno sensorial en el que nos encontramos.

Por ejemplo, cuando estamos armando un rompecabezas y se nos cae alguna pieza al suelo, focalizamos nuestra atención para buscarla.

En la atención también se dan conflictos, un ejemplo clásico de conflicto atencional es la tarea Stroop; en ella se tiene que nombrar el color en la que está escrita una palabra, el significado de la palabra puede ser de un color diferente al que está escrita o ser del mismo

En general las personas tenemos la capacidad de evaluar internamente nuestra propia conducta y detectar nuestros errores, esta habilidad es esencial para poder llevar a cabo una conducta coherente y exitosa, detectar un error nos da información de la calidad de nuestras habilidades, sobre todo cognitivas.

Por ejemplo, si somos conscientes de que cometemos muchos errores al desarrollar una tarea, podemos concluir que la tarea es un tanto difícil o que no estamos suficientemente capacitados para realizarla, por lo que tomamos la decisión de pedir ayuda o desarrollar estrategias que ayuden a la resolución de la tarea.

Detección y corrección de errores

También, la detección de errores implica una reacción emocional; cuando somos conscientes de que hemos cometido un error, no sólo buscamos una estrategia nueva para disminuirlos, sino también es probable que nos sintamos desanimados, tristes o enojados por cometerlos.

Por ello es importante la retroalimentación, ya que le damos un valor emocional que nos lleva a un cambio en nuestra respuesta ante la situación y así poder llevar a cabo la tarea con éxito.

Poner atención en las actividades que realizamos día a día, nos brinda una visión de nuestras acciones. Si la acción es buena y nos genera satisfacción, felicidades, continuemos con ella, pero si es mala y causa malestar, busquemos la manera de mejorarla.

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