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Mejorando la motivación escolar

Para hablar de motivación escolar, primeramente hay que definir la motivación. La motivación es aquello que nos mueve a tomar acción para realizar o alcanzar algo, está compuesta de necesidades, deseos, expectativas y también incomodidades. Es un paso previo al aprendizaje y, al mismo tiempo, es el motor del propio aprendizaje.

Cuando nos encontramos motivados no sólo realizamos la tarea pertinente, sino que buscamos la manera de ampliar nuestro rango de acción para conseguir mejores resultados. Y se puede dar en cualquier contexto; en la escuela, el trabajo, los pasatiempos e incluso en las relaciones interpersonales.

Hablando ahora específicamente de la motivación escolar; es un proceso psicológico que establece la forma de enfrentar y realizar actividades o tareas educativas en el/la aprendiz. Con motivación, un/a estudiante podrá distribuir su esfuerzo en un periodo de tiempo adecuado y se planteará el logro de un aprendizaje de calidad. En otras palabras, buscará ampliar sus conocimientos en vez de sólo cumplir con una tarea.

Frase motivacional en inglés: "Lo tienes"

Tipos de motivación

Motivación extrínseca

Lo que mueve a la acción es una recompensa que viene del exterior, al realizar la tarea, se puede esperar un reconocimiento o premio. Por ejemplo, cuando un/a estudiante realiza una tarea con la finalidad de obtener puntos extra.

Motivación intrínseca

Aquí la motivación viene desde el interior, el/la aprendiz se propone su propia meta o recompensa para realizar la acción. Un ejemplo, es la motivación que surge en un/a estudiante por aprender sobre Geografía porque una de sus metas es viajar por todo el mundo.

Ahora bien, ¿Qué pasa cuando no hay motivación escolar? La falta de esta puede tener efectos adversos en los y las estudiantes, como son malas calificaciones, ausentismo, resistencia a asistir a clases o a realizar las tareas, e incluso abandonar la escuela.

Dibujo con crayones

Como hemos visto, la motivación es un tanto subjetiva, lo que significa que varía en cada persona de acuerdo con sus metas e intereses. Sin embargo, se pueden poner en práctica algunas herramientas que pueden aportar al aumento de la motivación escolar.

METAS CLARAS Y A CORTO PLAZO

Este tipo de metas en el aprendizaje pueden aumentar la motivación extrínseca de los y las estudiantes. Se puede aplicar al momento de realizar un trabajo importante o de un examen. Es importante que se deje en claro qué se intenta conseguir al realizar cada tarea, para que así los y las estudiantes sientan que tienen un mayor control en sus acciones.

RELACIONAR CONTENIDOS CON LA VIDA COTIDIANA

Esto les da un motivo a los temas de clase, puede aumentar la presencia de un aprendizaje significativo y, por tanto, tendrá impacto en su atención y motivación escolar. Porque lo aprendido no sólo se queda en la escuela, sino que toma sentido en el día a día.

Despertar el interés de los y las estudiantes puede ser un tanto complicado en algunas ocasiones. Los y las docentes, en su deber tan valiosa, deben buscar constantemente recursos para conseguir esa motivación escolar y lograr un ambiente agradable, abierto a la participación. Además, el/la estudiante debe poner parte de su motivación intrínseca para su aprendizaje y así la motivación será más fácil de conseguir.

La motivación escolar no se activa automáticamente, ni es propia del inicio de la tarea, sino que abarca todo el proceso de enseñanza.

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